Se acerca el 8 de marzo, día en
el que se conmemora (que no se celebra), la muerte de 129 mujeres, que
reclamaban tener iguales derechos laborales que los hombres, en el incendio de una
fábrica textil de Nueva York. Cada 8 de marzo, se celebra el día de la mujer,
como recuerdo tanto de la lucha histórica, como los avances respecto al justo
respeto a nuestros derechos.
Hoy día 3 de marzo, quiero hacer
una reflexión en voz alta. Como feminista, quiero romper una lanza por los
hombres que también lo son. Que sienten que con el machismo y el patriarcado
ellos también pierden. Que a veces las propias mujeres no les damos ese
espacio, que no encontramos la manera de cogernos de la mano y avanzar a la par
por el sendero de la igualdad. También hay hombres que se indignan y se asquean
con la publicidad sexista, con la mirada repulsiva de otros hombres. Que
quieren y luchan por estar con sus bebés más de 15 días. Que quieren que
tengamos el mismo salario sea cual sea nuestro sexo. Que se extinga la sinrazón
de las mutilaciones genitales. Que creen que cada persona es legítima y libre
de decidir en su cuerpo. Que son capaces de defender el feminismo ante
machistas, sean del sexo que sean. Hay hombres que te hacen saber que eres una
gran mujer y a la vez que no eres una Superwoman, que pedir ayuda está bien y
están ahí. Que te miran de igual a igual, a los ojos, con respeto y admiración.
No olvidemos que también hay
mujeres machistas que no entienden ni el motivo, ni la necesidad de hacer del 8 marzo día de honrar a las mujeres. Sin
embargo hay hombres que sí, que no quieren ni necesitan un día del hombre, ya
lo explica muy bien Mar Esquembre, en este articulo. Esos hombres aplauden que exista en el almanaque el 8 de marzo como símbolo de
una lucha que ellos también comparten.
Yo siempre he sostenido que con
el machismo y el patriarcado perdemos, hombres y mujeres, porque a ambos nos
inviste de unos roles y unos estereotipos que condicionan nuestro libre
desarrollo personal, ahí es donde choco con algunas feministas que dicen que
las mujeres deben liberarse solas. Me parece absurdo dejar de lado a hombres
feministas. Creo que las mujeres y hombres debemos emponderarnos desde nuestra
individualidad, es decir, yo como la persona que soy, con nombre y apellidos,
con mi historia vital y mis circunstancias, que tipo y modelo de persona,
mujer, madre... quiero ser, y buscar las herramientas para lograrlo.
Intentar fomentar un modelo social en el que todas esas individualidades tengan cabida, con independencia de sexo, indentidad sexual, raza, religión, clase social…, para ello, busco sororidad con las mujeres y fraternidad con los hombres.
Intentar fomentar un modelo social en el que todas esas individualidades tengan cabida, con independencia de sexo, indentidad sexual, raza, religión, clase social…, para ello, busco sororidad con las mujeres y fraternidad con los hombres.
Un sentido y calido abrazo.