miércoles, 13 de abril de 2016

Mindfulness para embarazadas.



En mi experiencia trabajando con embarazadas y puerperas he visto que es cierto que el embarazo y la maternidad es una de las experiencias más hermosas y profundamente transformadoras en la vida de una mujer, aunque a menudo, las mujeres descubrimos que la maternidad ya desde el embarazo se parece poco a lo que muestran las revistas, donde aparecen situaciones idílicas. Y en general está mal visto reconocer que no todo es hermoso y maravilloso a la hora de la espera de un bebé. Parece que de cara a la galería, no podemos reconocer, que el cansancio, el miedo y, la inseguridad, son sentimientos que nos acompañan. Todo esto y más suele ser común la mayoría de las veces, en mayor o menor grado.

El embarazo plantea importantes desafíos físicos y psicológicos para la mujer embarazada y para su pareja cuando a hay. Reconocer y aceptar los cambios que se producen en nuestro cuerpo, en nuestras emociones y en nuestra vida, puede ayudarnos a vivir plenamente este proceso.


El Mindfulness es el proceso mediante el cual la persona, a través de la meditación, empieza a vivir en el “aquí y ahora”. Con esta técnica se aprende a ser más receptivo y menos reactivo, disminuyendo la percepción de esta etapa como una posible amenaza para el bienestar y salud familiar. La práctica de Mindfulness permite a la madre gestante, en cualquier período del embarazo, aprender a estar serena y tranquila ante los acontecimientos de la vida y los cambios propios de la gestación aceptándolos.

La forma en que padres y madres afrontan estos retos puede afectar a la propia salud y a la de los hijos que están en desarrollo.
Si la futura madre y su pareja de haberla, está llena de tensiones, preocupaciones y angustias le resultará difícil encontrar el tiempo y a energía para el futuro bebé.

El Mindfulness  ayuda a reducir el nerviosismo y preocupación propios de la situación. Te mantiene en contacto con tus sentimientos. Y a tener  un mayor control en tu experiencia en el parto. El dolor del parto es físico y no es fácil hacerlo desaparecer, pero como cualquier proceso de nuestro cuerpo, está controlado por la mente y si es posible controlarlo y minimizarlo.

Permítete disfrutar de la posibilidad de vivir el embarazo como el comienzo confiado y alegre de una relación. Un viaje de exploración interior y crecimiento personal. El Mindfullness  contribuirá a reducir los niveles de las hormonas del estrés, como la adrenalina y la noradrenalina, que pueden afectar al bebé. Ayudará a mejorar la disposición emocional, intensificar la autoconciencia y contribuir a la mejora de la intimidad de la pareja, si la hay.

El Mindfulenss permite explorar la experiencia emocional íntima del embarazo. Aunque el beneficio vaya indicado para el embarazo, los resultados pueden prolongarse durante el resto de la vida.


Si quieres saber más o probar, ponte en contacto en mamen.bueno@gmail.com


lunes, 11 de abril de 2016

Mi experiencia de la práctica del Mindfulness para el dolor.


“El sufrimiento es el impacto del dolor en la consciencia.” Chirtophe André.





A mediados de enero noté un dolor intensísimo en la espalda, en la zona lumbar que me impedía ponerme en píe, hasta el punto de desmayarme cada vez que me levantaba. Era incapaz de ir al coche por mi misma para ir al hospital. Al final mi marido llamó a una ambulancia. Toda una experiencia lo de ir en ambulancia al hospital, aunque eso no es lo importante aquí, me bajaron y trataron con mucha delicadeza y cariño.








Aquí empezó todo, el diagnóstico que vino después fue de varias cosas que no van demasiado bien en mi espalda, entre ellas una voluminosa hernia discal. 

Después de dos partos uno de ellos sin epidural, puedo decir que no he padecido un dolor tan intenso y duradero como este. 

No es fácil convivir con el dolor, me sentía de mal humor e irritable. Sentía que mi cuerpo se había transformado en un instrumento de tortura y el dolor lo invadía todo en mi vida.

Vengo practicando la meditación de forma autodidacta desde hace unos 10 años. Descubrí las maravillas de la meditación en un viaje a la India y desde entonces, de forma más o menos intermitente ha formado parte de mi vida. Hace un año empecé a darle un contenido más teórico y formal con el Mindfullness. 


El Mindfulness resumiendo mucho consiste en observar lo que sucede dentro de nosotros y a nuestro alrededor sin juicios y con total aceptación, sin resistencias. Es tener una conciencia abierta a lo que vaya surgiendo. Algo que se aprende con la práctica del Mindfulness es que la resistencia al dolor da lugar al sufrimiento, que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.

Yo había empezado a dejarme llevar por el sufrimiento. Me resistía al dolor, no lo quería y a la vez lo invadía todo. Empecé a meditar, a centrarme en la respiración, a observar mi dolor sin identificarme. Sentía dolor, pero yo no era el dolor. No huía ni me identificaba con el dolor. 

Evidentemente me han ayudado muchas más cosas, mi pareja, mi familia, mis amigas y amigos, hasta mis hijas. Pero sin esta herramienta estoy convencida que mi recuperación hubiera sido muy diferente.

Os dejo como ejemplo una meditación sencilla para llevar la atención a la respiración.



Os animo a acercaros al Mindfulness sin miedo, este sólo es un ejemplo de como me ayuda en mi día a día, en este caso en un momento de crisis aguda de dolor. A ti también puede ayudarte.